Para prosperar a través de la crisis, sin problemas y preservando nuestros equipos existentes durante cualquier evento de cambio, todos debemos ser resilientes e inclusivos. Necesitamos mantener una mente abierta no solo sobre el trabajo que se nos pide que hagamos, sino también sobre el trabajo que esperamos de los demás y el valor que aportan a toda la organización.
En otras palabras, necesitamos una mentalidad de crecimiento.
Nuestra mentalidad dicta la forma en que pensamos sobre los objetivos que perseguimos en nuestra vida profesional y personal, y determina cómo interpretamos nuestros éxitos y fracasos. La investigación muestra que nuestra forma de pensar puede influir en cómo entendemos nuestras propias experiencias en el lugar de trabajo y determinar la naturaleza de nuestras respuestas emocionales, cognitivas, conductuales y neuronales a esas experiencias. Todos debemos tener una mentalidad de crecimiento para aprovechar al máximo esta crisis y cualquier cambio futuro que pueda surgir en nuestro camino. En nuestro nuevo libro blanco, ” Informe de impacto: la mentalidad de crecimiento apoya a las organizaciones a través de la disrupción “, hemos identificado tres beneficios principales que una mentalidad de crecimiento puede tener en una organización: cambio de comportamiento a escala, mayor compromiso de los empleados y mayor satisfacción en el lugar de trabajo.
Cambio de comportamiento a escala
En NeuroLeadership Institute (NLI), medimos el éxito de una intervención en función de la cantidad de nuevos hábitos deseados que puede generar la gestión del cambio de una organización. En otras palabras, ¿cuál es el cambio de comportamiento real que se está produciendo? Para estudiar esto, rastreamos el cambio de comportamiento entre 734 empleados que trabajan en cinco organizaciones diferentes, desde principios de 2018 hasta finales de 2019. Nuestra métrica guía fue el porcentaje de cambio de comportamiento (BCP), una puntuación que mide la frecuencia del cambio de comportamiento en las personas. En un caso, usamos BCP para examinar cómo 700 empleados pasaron por la solución de aprendizaje GROW de NLI en un período de 30 días. El objetivo de la iniciativa era ayudar a los empleados de American Telecom a ser más flexibles frente al cambio. Descubrimos que después de haber pasado por la solución GROW, el 99 % de los empleados se sintió preparado e inspirado para prosperar a través del cambio, el 91 % discutió la mentalidad de crecimiento semanalmente y el 90 % detectó una mentalidad fija y cambió su forma de pensar a una mentalidad de crecimiento al momento. Al menos una vez por semana.
Mayor compromiso de los empleados
La investigación de NLI que utiliza BCP muestra que muchas organizaciones definen y miden el éxito con el cultivo de una mentalidad de crecimiento principalmente a través de los puntajes de compromiso de los empleados.
Por lo general, toman la forma de preguntas relacionadas con la mentalidad de crecimiento que se agregan a las encuestas periódicas de pulso o compromiso de la organización. Vemos que, en general, las organizaciones que trabajan para desarrollar una mentalidad de crecimiento informaron un aumento en las cifras de compromiso de los empleados y una pequeña disminución en las tasas de deserción ante un cambio importante.
Mayor satisfacción laboral
La investigación de NLI nos muestra que implementar una mentalidad de crecimiento en una organización da como resultado un aumento en la satisfacción en el lugar de trabajo.
Recientemente examinamos la fortaleza de la cultura de mentalidad de crecimiento y buscamos tres características clave de una cultura de mentalidad de crecimiento utilizando la Encuesta de Clima Organizacional (OCS). El OCS consta de siete preguntas cuidadosamente elaboradas y brinda a las organizaciones una manera rápida y fácil de ver cómo cobra vida la mentalidad de crecimiento.
También analizamos cómo se relaciona el OCS con la satisfacción en el lugar de trabajo en una encuesta separada de pulso corto. Lo que encontramos fue una correlación estadísticamente significativa entre las culturas de mentalidad de crecimiento y la satisfacción en el lugar de trabajo.
Estos son solo algunos de los beneficios duraderos de cultivar una mentalidad de crecimiento. Seguramente hay muchos más por descubrir a medida que los líderes lidian con el cambio y la incertidumbre, cualquiera que sea la forma que adopten. Y mientras las organizaciones incorporen soluciones de aprendizaje adaptadas a la construcción de una mentalidad de crecimiento, NLI seguirá comprometida con el seguimiento del impacto que están teniendo esos programas.
Este artículo está vinculado a CRECE, una de nuestras soluciones. Obtén más información sobre las soluciones ofrecidas por Neuroleadership Institute Latinoamérica.
Para leer el artículo original haz clic en este enlace.