La mayoría de los programas de formación no ayudan a los líderes a desarrollar las habilidades y hábitos necesarios para enfrentar los desafíos actuales, ya que no siguen la ciencia de la activación de hábitos.
Insights Clave:
- Hoy en día, muchas organizaciones están luchando para desarrollar a sus líderes.
- Ninguno de los enfoques habituales para el desarrollo del liderazgo -retiros, coaching o bibliotecas de contenidos- consigue crear hábitos a largo plazo a escala y de manera rentable.
- Se necesita un nuevo enfoque para la formación de liderazgo que incorpore el aprendizaje social, la activación de hábitos y la escalabilidad en toda la organización.
El desarrollo del liderazgo está roto. Aunque las organizaciones gastan miles de millones de dólares anualmente en formación, solo el 23% de los líderes califican el desarrollo de liderazgo de su empresa como de alta calidad, y el 77% de las empresas informan que luchan para encontrar y desarrollar líderes. Para arreglar este sistema roto, los programas de desarrollo del liderazgo deberían empezar a seguir la ciencia de la activación de hábitos, como describimos en un artículo reciente en Fast Company.
Los pilares del desarrollo de liderazgo, como los retiros, el coaching y las bibliotecas de contenido, tienen fortalezas individuales, pero ninguno satisface todas las condiciones requeridas para un aprendizaje efectivo a nivel de toda una organización. Estas condiciones incluyen la fácil recordación de nuevos hábitos (incluso bajo presión), la escalabilidad rentable en toda la organización y la coherencia en los materiales de aprendizaje para diferentes niveles de liderazgo.
En medio del aumento del agotamiento, la falta de compromiso, la incertidumbre y el cambio constante, los líderes de alta calidad son más necesarios que nunca. Aquí hay tres maneras de redefinir el desarrollo del liderazgo para satisfacer más eficazmente las necesidades de los líderes y sus organizaciones:
Hacer el aprendizaje social
Los humanos somos animales sociales y, cuando aprendemos con los demás, nuestro cerebro codifica de forma natural la nueva información con más fuerza y, más tarde, la recordamos con más facilidad. Y cuando vemos a otros practicando nuevos hábitos, sentimos una presión social positiva para hacer lo mismo. Aprender con otros en nuestra empresa también crea un lenguaje común que permite a los líderes comunicarse de manera más efectiva en el momento.
Aunque se podría suponer que el mejor aprendizaje social ocurre en persona, la experiencia de NLI ha demostrado que, cuando se hace correctamente, un formato virtual interactivo es más eficaz para crear hábitos duraderos que un taller presencial.
Construir hábitos que perduren
El primer paso para crear hábitos es hacer que el aprendizaje sea convincente y memorable. Elementos como la narración de historias y la interacción social ayudan a captar y mantener nuestra atención. Pero incluso con material atractivo, la investigación muestra que nuestra atención disminuye drásticamente después de 20 minutos. Por lo tanto, es más eficaz espaciar varias sesiones cortas de aprendizaje a lo largo de semanas o meses que concentrar todo el material en una sesión larga.
Una de las formas más poderosas de cambiar el comportamiento es tener un insight, ese momento “ajá” en el que se forman nuevas conexiones en nuestro cerebro que nos motivan a actuar. Los programas de desarrollo del liderazgo pueden fomentar el insight pidiendo a los alumnos que reflexionen sobre el material de aprendizaje y piensen en cómo aplicarlo a sus propias situaciones laborales.
Finalmente, la formación efectiva debe dar a los participantes muchas oportunidades para practicar sus nuevos hábitos. También debe incitarlos a desarrollar sistemas que refuercen sus nuevos comportamientos mucho después de que haya terminado la formación.
Escalar el aprendizaje en toda la organización
En lugar de formar sólo a sus directivos de alto nivel y dar por sentado que los nuevos conocimientos y comportamientos “se filtrarán” a todos los demás, las empresas deberían adoptar el aprendizaje “de todos para todos“. En este modelo, toda la organización pasa por la misma experiencia de aprendizaje virtual al mismo tiempo, con actividades tanto a su propio ritmo como sincrónicas.
El enfoque de todos para todos aprovecha el poder del aprendizaje social y asegura
coherencia en toda la organización. Con muchas personas trabajando de forma remota, una opción virtual puede ser la manera más rentable y conveniente de escalar el aprendizaje en toda la empresa. Pero para ser eficaz, una plataforma virtual debe incorporar el aprendizaje social y la creación de hábitos, centrándose en la generación de insights sólidos.
Recientemente, NLI desarrolló una nueva solución de liderazgo, LEAD: La Neurociencia de la Gestión Efectiva, que incorpora todas estas estrategias en un entorno virtual interactivo, que llamamos la plataforma de activación de hábitos (HAP). Los datos preliminares son prometedores: el 97% de los participantes de LEAD están aplicando las habilidades que aprendieron al menos una vez por semana, y el 72% aplica las habilidades tres o más veces por semana. Creemos que esta solución ayudará a cerrar la brecha en el desarrollo del liderazgo al construir los hábitos que los líderes necesitan para enfrentar los desafíos actuales.
Una versión de este artículo aparece en Fast Company. Para leer el artículo completo, haz clic aquí.