Cuando reflexiona sobre los primeros años de su carrera, probablemente recuerde sentirse emocionado pero también un poco inseguro o incluso abrumado. Puede recordar algunas figuras clave que lo ayudaron a encontrar su equilibrio. Actuaron como cajas de resonancia para nuevas ideas, compartieron lecciones que habían aprendido en sus propias trayectorias profesionales, celebraron sus victorias y le dieron charlas de ánimo cuando tuvo un contratiempo.
Es probable que muchas de estas interacciones hayan ocurrido cara a cara: en su escritorio, en la cocina común o durante los viajes en ascensor. Pero ahora, con el 40% de las personas todavía en arreglos de trabajo totalmente remotos o híbridos, la comunicación y la vinculación requieren una planificación más avanzada (y generalmente una invitación de calendario).
Este cambio está teniendo un gran impacto en los trabajadores jóvenes, en particular. El compromiso de los colaboradores se hundió más entre las personas menores de 35 años de 2019 a 2022, cayendo cuatro puntos porcentuales al 33 % en comparación con la disminución de dos puntos entre los colaboradores mayores de esa edad. Dos de los principales factores contribuyentes son no tener a alguien en el trabajo que fomente su desarrollo y sentirse menos atendido. Ambos son cruciales para cultivar la relación, o un sentido de pertenencia, y la falta de estos sentimientos puede fácilmente hacer que los colaboradores jóvenes se sientan excluidos, lo que lleva a una dinámica dañina dentro/fuera del grupo .
Con más del 60 % de los millennials y la Generación Z contemplando un cambio de trabajo este año, priorizar la tutoría podría ser la diferencia entre una alta tasa de rotación y un equipo comprometido que se mantendrá.
Los gerentes no necesitan asumir esta responsabilidad solos. Los colegas de diferentes niveles y departamentos tienen el potencial de servir como mentores, ya que los intereses profesionales de los trabajadores jóvenes pueden cambiar y pueden formar amistades fuera de sus propios equipos con el tiempo. Aquí se explica cómo promover una cultura que aliente a todos a estar abiertos a participar en la tutoría en un mundo laboral híbrido.
Incluye chats uno a uno en tu horario
Los controles uno a uno no son estrictamente para los gerentes y sus subordinados directos. Los chats virtuales regulares entre mentores y aprendices ayudan a establecer una relación de una manera que no es posible en grupos grandes, señalan los líderes sin fines de lucro Marianna Tu y Michael Li. Limitar la conversación a solo dos personas le permite entablar una conversación significativa y mostrar cuidado, lo que no solo profundiza su conexión sino que también aumenta el bienestar diario .
Para que este tiempo valga aún más la pena, encienda su cámara y anime a su aprendiz a hacer lo mismo porque el tiempo cara a cara está relacionado con una mayor sincronización neuronal y una mejor comunicación.
Conozca las esperanzas y los sueños de su aprendiz
Durante sus primeras reuniones, pregúntele a su aprendiz sobre sus objetivos profesionales a corto y largo plazo. Luego, sugiera elementos de acción y programe reuniones con miembros de la organización que puedan ayudarlos a lograr esos objetivos.
Este proceso puede sentirse incómodo porque te estás sumergiendo en temas personales sobre el futuro de alguien. Pero una tutoría exitosa requiere autoconciencia, paciencia y empatía. Al relacionarse con los pensamientos y sentimientos de su aprendiz, desarrolla una mejor comprensión de quiénes son y qué los motiva. El Modelo SCARF® , que representa estatus, certeza, autonomía, relación y equidad, puede guiarlo sobre las mejores formas de encender su chispa. Si tener una línea de tiempo clara los mantiene encaminados, establezca plazos para cuando deben ocurrir ciertos hitos. ¿Prosperan con el reconocimiento y la retroalimentación positiva? Felicítelos cuando tomen la iniciativa de acercarse a sus metas.
Hazlo personal
Su instinto en las videollamadas puede ser pasar por alto la pequeña charla e ir directamente a su agenda. Pero recuerde: una relación de mentoría es comercial y personal. Es importante establecer un tono cálido y amistoso dedicando al menos unos minutos de la conversación a hablar sobre la vida fuera del trabajo. Por ejemplo, pregunte sobre sus pasatiempos, familias o mascotas. Esto puede forjar lazos más fuertes que solo sumergirse en las tareas pendientes.
También puede hacerlo más divertido cambiando el formato. Intente llevar su charla a caminar, conversar mientras toma una taza de café o hacer un show-and-tell con un objeto que ambos tengan en casa.
Ver la tutoría como una oportunidad de aprendizaje
La investigación muestra que puede refrescar sus conocimientos, pulir sus habilidades de gestión y volverse más creativo al asumir el papel de mentor. También puede aprender algo nuevo de su aprendiz: los colegas jóvenes pueden enseñarle sobre la tecnología más nueva y las opiniones de su generación sobre las tendencias actuales. Adoptar una mentalidad de crecimiento y creer que sus propias habilidades se pueden mejorar, a su vez, también lo convierte en un mentor más eficaz.
El trabajo remoto e híbrido puede haber transformado la forma en que nos comunicamos entre nosotros, pero no ha cambiado el hecho de que anhelamos interacciones auténticas. Al ser más intencionales en la creación de oportunidades para conectarse y aprovechar al máximo el tiempo que pasamos juntos, aún podemos construir y mantener conexiones significativas, incluso si es a través de la pantalla de una computadora.
Este artículo está vinculado a FLEX, una de nuestras soluciones. Conoce más acerca de las soluciones ofrecidas por Neuroleadership Institute en Latinoamérica.
Para leer el artículo original, haz click en este enlace.