A lo largo de toda nuestra investigación realizada en la industria, acerca de la mentalidad de crecimiento, sigue apareciendo una pregunta clave entre los líderes: Si estamos tan centrados en el crecimiento ¿Podemos también centrarnos en los resultados?
Escuchamos esta preocupación, expresada de maneras diferentes, cuando entrevistamos a líderes de 20 grandes organizaciones en todo el mundo. NLI publicó estos hallazgos, y más, en nuestro Reporte, “Cultura de Mentalidad de Crecimiento”
Definimos la mentalidad de crecimiento como la creencia de que las habilidades no se ponen en piedra, ni se fijan y pueden mejorarse con un esfuerzo persistente. Una cultura de mentalidad de crecimiento por lo tanto, es aquella en la que la mayoría, si no todos, los empleados demuestran esa actitud en sus hábitos diarios compartidos. Abrazan el fracaso. Toman riesgos. Aprenden a mejorar.
Afortunadamente, la mentalidad de crecimiento deja espacio para un énfasis en aprender y verificar el progreso a lo largo del tiempo, porque no se trata de comparar dos empleados o equipos diferentes entre sí; se trata de comparar a un empleado o equipo con ellos mismos.
Una forma de hacer todo eso y aun así asegurarnos de que nos estamos moviendo en la dirección correcta es realizar un poco de contraste mental. La técnica consiste en mantener en la mente los recuerdos del pasado o la visión del futuro deseado, y contrastarlos con la realidad presente.
Cuando los líderes contrastan dónde están, dónde estaban o dónde les gustaría ir, pueden evaluar los frutos de su mentalidad de crecimiento. Pueden hacerse preguntas tales como: ¿Cuánto hemos crecido? ¿Estamos creciendo de la manera correcta? ¿Qué otro ámbito necesita atención?
De hecho, es crucial que los líderes alienten a sus equipos a centrarse en los resultados y los aprendizajes, ya que el crecimiento requiere dos puntos finales. Es posible que un equipo nunca llegue a ciertos ideales, pero al medir el logro en función de objetivos específicos, los líderes pueden saber que la mentalidad de crecimiento está funcionando.
En otras palabras, la mentalidad de crecimiento no es importante solo por el bien de la organización. Es un sano ejercicio personal ya que en algún momento, todos debemos detenernos y ver qué tan lejos hemos llegado.
Este artículo está vinculado a CRECE, una de nuestras soluciones. Obtén más información sobre las soluciones ofrecidas por Neuroleadership Institute en Latinoamérica.