Piensa en una obra de arte, una canción o una película que hayas disfrutado recientemente. Tal vez sea la combinación única de colores y pinceladas, la forma en que la melodía crece y el ritmo se acelera, o una línea particularmente conmovedora que suscitó una sensación de asombro y dejó una profunda impresión. La experiencia probablemente te llenó de admiración por el genio del creador, haciendo que desearas poder elaborar una obra maestra como esa.
Durante mucho tiempo, muchas personas consideraron la creatividad como un talento que solo poseen unos pocos selectos. Pero la realidad es que maestros como Picasso emplean el mismo proceso de pensamiento que las personas “ordinarias” para crear su obra maestra, según los psicólogos cognitivos. Además, la investigación ha demostrado que las personas pueden volverse más creativas con la capacitación adecuada. La creatividad es una habilidad que todos podemos desarrollar. Esto es una gran noticia no solo para artistas, sino también para aquellos en ciencias y negocios.
La inteligencia artificial generativa ahora desafía otra creencia popular sobre la creatividad: que es una característica humana por excelencia. Un estudiante de aprendizaje automático y dos graduados de escuela de negocios, ninguno de los cuales tenía antecedentes en arte, produjeron una pintura utilizando un algoritmo que estudió 15,000 retratos. Mientras tanto, un compositor anónimo creó la canción viral “Heart on My Sleeve” con voces simuladas de los artistas Drake y The Weeknd. Y la computadora Watson de IBM seleccionó escenas de la película “Morgan” para un avance después de analizar 100 clásicos del cine de terror.
¿Cómo logra esta tecnología hazañas que anteriormente se creían posibles solo para los humanos? Hay sorprendentes paralelismos entre la IA y los procesos creativos humanos. Por ejemplo, el generador de texto a imagen DALL-E absorbe palabras e imágenes de internet. Luego, combina y vuelve a combinar lo que ha aprendido para generar imágenes originales.
Similarmente, para los humanos, la memoria juega un papel esencial en el pensamiento creativo. Nuestra red por defecto —un conjunto de regiones cerebrales asociadas con divagaciones mentales, recuerdos y más— se activa cuando estamos ideando algo nuevo. Para imaginar futuros posibles, necesitamos unir lo que ha sucedido en el pasado con personas, lugares y eventos que conocemos. No es de extrañar que aquellos a quienes se les instruye para recordar memorias en gran detalle produzcan significativamente más ideas creativas.
El verdadero valor de la IA en la creatividad
Una distinción importante entre la IA y los humanos, es que solo nosotros tenemos un sistema incorporado que evalúa si nuestras ideas son buenas o malas, conocido como la red de control ejecutivo. Ser capaz de filtrar cosas nuevas y elegir las más resonantes y relevantes basadas en criterios humanos es lo que significa ser completamente creativo, y la IA tiene novedad pero no selectividad, según el neurocientífico de Stanford David Eagleman. Por lo tanto, la IA puede generar toneladas de ideas nuevas, pero depende de los usuarios seleccionar lo valioso de lo desechable.
Los algoritmos también carecen de comprensión del mundo real en forma de emociones y experiencias. Sin estos límites, la IA puede generar ideas que carecen de sentido o son extrañas. Si escribes “la imagen más salvajemente creativa imaginable” en DALL-E, es posible que obtengas una imagen de un león macho equilibrado sobre una leona hembra con el telón de fondo de un safari. Muchas personas estarían de acuerdo en que eso no es lo que llamarían una imagen salvajemente creativa.
Dicho esto, la capacidad de la IA para generar ideas sin fin es un activo que los humanos pueden aprovechar para aumentar la creatividad. Algunos expertos visualizan el futuro como uno de co-creación humano-IA, donde todos pueden ser creativos con la ayuda de la tecnología. Aunque la IA no necesariamente te convertirá en el próximo Mozart o Steve Jobs, puedes usarla para impulsar la creatividad de tu equipo de las siguientes maneras:
- Para salir del estancamiento: Cuando te encuentres con un bloqueo creativo, puedes usar la IA para superarlo. Por ejemplo, si estás intentando crear una campaña de marketing para promocionar un producto y tus colaboradores no proponen muchas ideas novedosas, puedes pedir a un modelo de lenguaje de IA, como ChatGPT, que liste todos los posibles usos de tu producto para empezar una conversación inspiradora con tu equipo. Puede que encuentres una idea con la que trabajar, o las respuestas de la IA podrían inspirar nuevos pensamientos.
- Para salir de tu zona de confort: Es normal que las personas se acostumbren a abordar problemas de cierta manera, pero estos hábitos pueden convertirse en barreras para el pensamiento innovador. Al sugerir ideas diferentes a las que normalmente consideraríamos, la IA puede ayudarnos a liberarnos de los prejuicios que obstaculizan la creatividad, como la fijeza funcional, nuestra incapacidad para imaginar usos más allá de los tradicionales, y el efecto Einstellung, donde nuestra tendencia a reutilizar las mismas soluciones nos hace pasar por alto otras nuevas y mejores. Si notas que tus colaboradores caen en estas trampas, anímalos a llevar sus problemas a la IA y ver qué más pueden idear.
- Para experimentar más: A menudo descartamos ideas que parecen imposibles porque tenemos tiempo y recursos limitados para probarlas. La IA elimina esa barrera al brindarnos una forma rentable y eficiente de experimentar. Por ejemplo, un diseñador que desee probar un diseño no tradicional para una historia de revista puede visualizarlo y perfeccionarlo con un generador de imágenes de IA antes de presentarlo al equipo. La próxima vez que realices una lluvia de ideas, pídele a tu equipo que explore algunas ideas poco convencionales proporcionadas por la IA, ve hasta dónde llegan y discute lo que aprendan en el proceso. Al hacerlo en grupo y enfocarse en lo que se aprende en lugar de lo que se logra, se puede cultivar un sentido de seguridad psicológica, lo que hace que los colaboradores se sientan seguros para probar cosas nuevas.
La disrupción de la IA trae muchas oportunidades para revolucionar nuestro flujo de trabajo y mejorar nuestras habilidades. Al abrazar una mentalidad de crecimiento, que nos permite ver el cambio como oportunidades en lugar de obstáculos, y al aprender más sobre las capacidades de la IA, los líderes pueden aprovechar al máximo esta tecnología sin perder de vista las fortalezas únicas que aportan los humanos.
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