Para los líderes, dar retroalimentación es un desafío permanente. Aunque los colaboradores creen abrumadoramente que la retroalimentación constructiva es importante para su desarrollo, solo el 5% informa haberla recibido. La razón es comprensible: muchos gerentes evitan las oportunidades de proporcionar información que podría ayudar a los colaboradores a mejorar porque les preocupan las reacciones negativas a las conversaciones de retroalimentación difíciles.
Afortunadamente, hay una solución. La investigación muestra que una mentalidad de crecimiento , la creencia de que las habilidades de las personas pueden mejorar con el tiempo, nos brinda herramientas para entregar retroalimentación significativa y de apoyo, lo que hace que la conversación sea gratificante tanto para los gerentes como para los colaboradores.
Elogio del proceso
Cuando un colaborador se desempeña bien, puede ser tentador elogiarlo de manera holística, diciéndole que es “bueno” en una tarea. Pero ese es el lenguaje de una mentalidad fija: la creencia de que las personas tienen dones innatos en algunos aspectos pero no en otros. En cambio, al elogiar el esfuerzo y las estrategias que llevaron a la persona al éxito, alentamos una mentalidad de crecimiento, ayudando al destinatario a ver los comentarios como una oportunidad para perfeccionar un conjunto de habilidades en constante evolución.
Los líderes pueden fomentar una mentalidad de crecimiento recompensando la mejora con el tiempo. Cuando felicite a un vendedor por un trabajo bien hecho, por ejemplo, destaque no solo el contrato que ganó, sino también el viaje que realizó. En lugar de atribuir el éxito a las cualidades innatas de una persona, reconozca el esfuerzo y la persistencia detrás de los buenos resultados. Al hacerlo, su retroalimentación es más significativa y alienta al destinatario a revisar esos comportamientos efectivos cuando enfrente su próximo desafío.
Aprende el lenguaje
Cambiar el lenguaje que usamos es otra forma poderosa de ayudar a los colaboradores a recibir comentarios de una manera que los ayude a crecer. Al centrarse no en lo que los colaboradores han hecho bien y mal durante el último año, sino en cómo pueden desarrollarse en el futuro, mantendrá el cerebro de los colaboradores en un ” estado hacia “. En este estado positivo orientado a la recompensa , es más probable que las personas vean los comentarios como una oportunidad para crecer y mejorar en lugar de verlos como una amenaza. Una forma sencilla de hacer que la retroalimentación esté más orientada al crecimiento es agregar la palabra “todavía” a su oración, como en “No sé cómo hacer eso… todavía”.
Además, es útil alentar a sus compañeros de equipo a que se pidan comentarios entre ellos con más frecuencia y hablen con ellos sobre cómo entregarlos utilizando el lenguaje de una mentalidad de crecimiento. Cuando cambiamos el enfoque de “ser buenos” a “mejorar”, hacemos espacio para que florezca una mentalidad de crecimiento en las actitudes y conversaciones cotidianas.
Cuando los gerentes cambian la mentalidad a través de la cual ven la retroalimentación, cambia el tenor de las conversaciones de desempeño para todo el equipo. En lugar de temer las revisiones, sus colaboradores verán las conversaciones sobre desempeño como oportunidades importantes para aprender y crecer.
Este artículo está vinculado a MEJORA, una de nuestras soluciones. Conoce más acerca de las soluciones ofrecidas por el Instituto de NeuroLeadership Institute Latinoamérica.
Enlace a artículo original