Cómo utilizar la IA para optimizar el pensamiento

Utilizar la IA para optimizar el pensamiento
Autor: Laura Cassiday, Ph.D.

La IA puede optimizar la calidad de tu pensamiento, pero solo si sabes cómo hacer las preguntas correctas.

Insights clave:

  • La IA generativa puede ayudar con dos tipos de pensamiento esenciales para la resolución de problemas y la toma de decisiones: pensamiento divergente y pensamiento convergente.
  • Más que simplemente darnos una respuesta, la IA puede ayudar a generar insights.
  • De esta manera, la IA puede complementar de manera significativa —no reemplazar— al cerebro humano.

 

Probablemente has utilizado la IA para obtener respuestas rápidas a preguntas bastante simples, como: “¿Cuáles son algunos consejos para mejorar mi gestión del tiempo?” o “¿Puedes sugerir un título llamativo para mi informe?”. Sin embargo, si solo usas la IA de esta manera, apenas estás explorando su potencial. Con la orientación adecuada, la IA puede realmente mejorar la calidad de tu pensamiento, desbloqueando nuevos niveles de creatividad, resolución de problemas y mejora personal. Pero primero, tienes que saber cómo hacer las preguntas correctas.

La mayoría de las personas utilizan la IA como si fuera un motor de búsqueda sofisticado, pero el verdadero poder de esta tecnología radica en su capacidad para guiar a las personas hacia insights, evaluar opciones y elegir un curso de acción. Como hemos escrito antes, una de las principales formas en que la IA puede ayudar a las organizaciones es analizando procesos y prácticas a lo largo del tiempo, ayudando a identificar formas de aumentar la eficiencia, seguridad o ahorro de costos. Otra manera en que la IA puede ayudar a las organizaciones es mejorando el pensamiento de los colaboradores en tiempo real, lo cual exploraremos en este artículo.

 

Dos tipos de pensamiento 

 

La IA generativa (GenAI) puede asistir en dos tipos de pensamiento esenciales para la resolución de problemas y la toma de decisiones:

Pensamiento divergente es un proceso creativo que nos permite generar una amplia gama de ideas. Similar a una lluvia de ideas, el pensamiento divergente es un flujo libre de pensamientos sin juicios. El objetivo es generar tantas ideas como sea posible mientras se exploran nuevas y diferentes posibilidades, ángulos y perspectivas. Este tipo de pensamiento involucra flexibilidad cognitiva.

Por ejemplo, tal vez quieras ir a un lugar nuevo de vacaciones. Podrías generar 5 o 10 posibilidades por tu cuenta, mientras que la IA podría sugerir cientos de destinos.


O supongamos que quieres generar ideas para animar las reuniones de tu equipo, donde todos siempre parecen aburridos y desinteresados. Tú piensas en tres o cuatro ideas, pero la IA propone 300 o 400 formas más de hacer las reuniones más dinámicas.

Pensamiento convergente es un proceso analítico y enfocado que reduce muchas ideas a la mejor solución. El pensamiento convergente implica evaluar y comparar opciones de manera sistemática para identificar la que mejor satisface criterios específicos. Este tipo de pensamiento requiere precisión y enfoque.


Esto podría significar reducir tu lista de posibles destinos de vacaciones a aquellos que mejor se ajustan a tus restricciones de tiempo, presupuesto e intereses. Con la IA, podrías filtrar las opciones por distancia, costo o incluso por el número de piscinas, lo que te tomaría horas o días hacer por ti mismo, si es que lograras encontrar toda la información.


O tal vez no estás seguro de qué actividades serían más adecuadas para las reuniones de tu equipo. Le preguntas a la IA qué factores deberías considerar para tomar la decisión, y te sugiere varios, como objetivos, tamaño del equipo, presupuesto y cultura de la organización. Decides que el objetivo más importante es la cohesión del equipo y le pides a la IA que filtre los resultados previos basándose en ese criterio.

Ambos tipos de pensamiento van de la mano. Si solo practicas el pensamiento divergente, terminarás con un deslumbrante espectro de posibilidades, pero sin dirección o enfoque. Por otro lado, si solo utilizas el pensamiento convergente, estarás muy enfocado, pero severamente limitado en tu creatividad y pensamiento innovador.

La IA puede aumentar ambos tipos de pensamiento, especialmente cuando nos encontramos en un punto muerto. Tal vez estemos demasiado cerca del problema o demasiado acostumbrados a ciertas soluciones, y no podemos ver más allá de las opciones habituales. O quizás tenemos muchas ideas, pero nos cuesta decidir cuál es la más probable de tener éxito. La IA puede ayudarnos a superar ambos obstáculos mentales.

 

El pensamiento estratégico entre humanos e IA 

 

El verdadero poder de la IA radica en ayudarnos a generar nuestros propios insights, en lugar de simplemente darnos la respuesta a un problema. Una herramienta de IA puede utilizar el pensamiento divergente para generar posibilidades que quizás no habríamos considerado previamente, lo que a su vez puede desencadenar otras ideas que normalmente no surgirían.

De esta manera, la IA puede generar poderosos insights en nuestros cerebros. Los insights —o momentos “eureka”— desencadenan una liberación de dopamina, produciendo una sensación de emoción que nos energiza y motiva para seguir trabajando en la solución de un problema.

Aunque los insights son gratificantes y motivadores, no todos merecen ser perseguidos. Lo que parece ser una gran idea puede resultar completamente impráctico cuando se consideran los aspectos logísticos. Pero la IA generativa puede ayudar a evaluar nuestros insights, valorando los pros y contras de cada uno frente a criterios específicos como costo, tiempo para completarlo o probabilidad de éxito. Al considerar las ventajas y desventajas de cada opción, podemos tomar decisiones objetivas menos propensas a sesgos.

 

Complementar, no reemplazar 

 

Muchas personas temen que la IA eventualmente reemplace a los humanos, haciendo obsoleto el pensamiento humano. Pero una manera más constructiva de pensar en el potencial de la IA es que complementará, no reemplazará, al cerebro humano. La IA puede ayudar a los humanos a generar un caleidoscopio de nuevas ideas creativas y luego reducir el espectro para seleccionar la mejor, acelerando la resolución de problemas y la innovación.

De esta manera, la IA puede llevar a los humanos hacia insights y luego ayudar a traducir esos insights en acción. Sin embargo, la sensación energizante de tener un insight —y la motivación que trae consigo para tomar acción— sigue siendo, al menos por ahora, una experiencia exclusivamente humana.

Para leer el artículo original haz clic en este enlace.

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