Según el Instituto Estadounidense del Estrés , el estrés laboral le cuesta a las empresas estadounidenses $300 mil millones anuales como resultado del ausentismo, la disminución de la productividad y los accidentes. Tomar un descanso puede ayudar a evitar que el estrés alcance niveles dañinos, pero a menudo no nos damos cuenta de que necesitamos un descanso hasta que es demasiado tarde. Es por eso que los investigadores, dirigidos por Mara Naegelin en ETH Zurich, querían encontrar una manera de medir de manera continua y discreta los niveles de estrés de los trabajadores de oficina individuales a través de algo que ya usan a lo largo del día: su computadora.
Los investigadores reclutaron a 90 participantes que fueron asignados aleatoriamente a uno de tres grupos: control (sin estrés), condición de estrés 1 o condición de estrés 2. Los tres grupos realizaron tareas estándar de oficina, como programar citas o ingresar y analizar datos. En las dos condiciones de estrés, a los participantes se les dijo con 20 minutos de anticipación que iban a ser entrevistados por un gerente frente a sus compañeros para encontrar al mejor candidato para una promoción. La condición de estrés 2 aumentó aún más el estrés al interrumpir repetidamente el trabajo de los participantes con mensajes de chat urgentes. Los investigadores recopilaron datos sobre la frecuencia cardíaca de los participantes, el uso del mouse y el teclado, y qué tan estresados informaron sentirse.
Estos datos fueron analizados por aprendizaje automático para identificar patrones. Sorprendentemente, el equipo de investigación descubrió que la forma en que las personas movían el mouse y escribían en el teclado eran mejores predictores de cuán estresados se sentían que su frecuencia cardíaca. Específicamente, las personas que estaban estresadas movieron el puntero del mouse distancias más largas, con mayor frecuencia y con menos precisión. También cometieron más errores en el teclado, escribiendo a trompicones con muchas pausas breves. Por el contrario, las personas relajadas hicieron movimientos de mouse más lentos y eficientes, cometieron menos errores y tomaron menos pausas, pero más largas, al escribir.
Los investigadores reconocen que la detección del estrés en el lugar de trabajo puede plantear cuestiones éticas espinosas. Enfatizan la importancia de anonimizar y proteger los datos para que la tecnología pueda ayudar a los trabajadores a identificar el estrés desde el principio y tomar medidas sin crear una herramienta de monitoreo para los empleadores.