Cómo Recibir Feedback Negativo de Manera Productiva

Feedback Negativo
Autor: Chris Weller

La neurociencia ofrece herramientas útiles para recuperar el control de un estado mental negativo.

Principales Insights:

  • El feedback negativo se percibe como una amenaza en nuestra mente, lo que agota nuestros recursos cognitivos.
  • Para apagar el “incendio” en nuestro cerebro y retomar el camino, podemos recurrir a herramientas de la ciencia del cerebro.
  • Técnicas como el etiquetado y la reevaluación cognitiva nos ayudan a recuperar el control de nuestro estado mental.

 

A todos nos gusta recibir elogios, pero tarde o temprano podría llegar el momento en que tu líder quiera compartir algunas observaciones contigo. Observaciones que, tal vez, no sean tan halagadoras. En esos momentos, ¿qué tan preparado estás para recibir su feedback?

Para la mayoría, el feedback negativo o “constructivo” es altamente estresante. Sin embargo, también es crucial para evitar errores futuros, mejorar en nuestras funciones y avanzar en nuestras carreras. La clave está en contar con herramientas para recibir feedback negativo y mantener un desempeño óptimo.

La ciencia del cerebro ofrece perspectivas claras sobre lo que hace que el feedback sea tan estresante y, además, brinda estrategias para calmar la mente y enfocarnos en lo que necesitamos hacer para recuperar el camino, un tema que exploramos recientemente en Fast Company.

 

Por qué es tan difícil de escuchar el feedback

Cuando recibimos comentarios negativos sobre nuestro desempeño, nuestra mente puede llenarse rápidamente de pensamientos negativos. Tal vez sentimos vergüenza, culpa o ambas. En este estado mental, es extremadamente complicado pensar con claridad.

Esto se debe a que estamos en un estado de amenaza. Nuestro cerebro percibe peligro y desvía recursos de la cognición compleja para resolver esa amenaza. En este sentido, la amenaza y la cognición funcionan como un sube y baja: cuando una sube, la otra baja.

Cuanto más tiempo permanecemos en este estado de amenaza, menos capacidad tenemos para realizar una acción crucial conocida como contraste mental. Este proceso nos permite comparar el presente con un futuro deseable en el que hemos incorporado la retroalimentación y estamos actuando de manera diferente. A menudo, es a través del contraste mental que identificamos nuestros errores y visualizamos una mejor manera de trabajar.

Sin embargo, entender por qué nuestro cerebro se siente en llamas no es suficiente. Necesitamos herramientas específicas para apagar esas llamas.

 

3 estrategias para recibir retroalimentación

Las amenazas tienen tres niveles: Nivel 1, Nivel 2 y Nivel 3. Las amenazas de Nivel 1 son leves y, de hecho, pueden ser productivas, mientras que las de Nivel 3 son perjudiciales. Nada bueno surge de las amenazas de Nivel 3.

Si acabas de recibir feedback negativo, antes de continuar, identifica el nivel de amenaza que estás experimentando. Si es leve, avanza al siguiente paso. Pero si resulta desconcertante o incluso paralizante, prueba con una intervención biológica, como dar un paseo, meditar o comer algo.

Una vez en un estado más calmado, probablemente sigas sintiéndote incómodo con la retroalimentación. Aquí puedes probar una práctica llamada etiquetado. Describe las emociones que sientes. Este simple ejercicio ha demostrado calmar los sentimientos negativos, ya que un sentimiento que podemos nombrar es uno que podemos dominar.

Si aún te sientes tenso, da un paso más y utiliza la reevaluación cognitiva. Este es un proceso activo en el que conscientemente reformulas una situación negativa en términos más positivos. No se trata solo de encontrar el lado bueno de las cosas, sino de contarte una historia completamente nueva que sea más útil que la inicial.

Por ejemplo, si un líder te da feedback sobre interrumpir a otros en reuniones, podrías reevaluar tu temor de parecer dominante como un signo de que estás comprometido con el trabajo (aunque podrías dar más espacio para que otros hablen). También podrías ver el feedback como una oportunidad para practicar humildad, reconociendo que no siempre tienes la respuesta correcta.

Al entender cómo funciona la amenaza en el cerebro y utilizar estas estrategias para calmar una mente amenazada, cada uno de nosotros puede usar el feedback como una herramienta para mejorar rápidamente y seguir creciendo en todos los aspectos de nuestras carreras.

Una versión de este artículo aparece en Fast Company. Para leer el artículo completo, haz clic aquí.

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