Cómo hacer que el aprendizaje virtual sea realmente efectivo

Aprendizaje virtual efectivo
Autor: Laura Cassiday, Ph.D. y David Rock, Ph.D.

Sigue estos pasos para que tu experiencia de aprendizaje virtual sea más efectiva que la presencial, y a una fracción del costo.

Principales Insights:

  • A pesar de los costos y desafíos logísticos asociados con una fuerza laboral híbrida y dispersa, algunas empresas buscan regresar al aprendizaje presencial.
  • Si está bien diseñado, el aprendizaje virtual puede ser un 50% más efectivo en la generación de nuevos hábitos que su equivalente presencial, y a un costo mucho menor.
  • Optimizando atención, generación, emoción y espaciado en una experiencia virtual, el aprendizaje se traduce en un cambio de comportamiento.

Todos hemos estado ahí: webinars de capacitación largos y aburridos. Después de 30 minutos, la atención se desvanece y nos encontramos garabateando, revisando correos o desplazándonos por el teléfono para mantenernos despiertos. Al final, recordamos vagamente los temas pero no los detalles ni cómo aplicarlos.

Desafortunadamente, esta es la experiencia de muchas personas con el aprendizaje virtual: largo, tedioso y fácil de olvidar. Es tentador recordar con nostalgia las sesiones presenciales previas a la pandemia, asumiendo erróneamente que eran más efectivas por defecto. Esto ha llevado a algunas empresas a considerar volver a la capacitación presencial.

Sin embargo, reunir a las personas en un mismo lugar y momento no es sencillo cuando las organizaciones tienen equipos dispersos en distintas geografías. Además, es sustancialmente más costoso que las opciones virtuales. Aunque las sesiones presenciales pueden fomentar vínculos entre colegas, no son efectivas para generar hábitos, que es precisamente el propósito de los programas de aprendizaje organizacional, como escribimos recientemente en TD Magazine.

Ahora bien, imagina que tu aprendizaje virtual estuviera diseñado para ser altamente atractivo y que las personas salieran motivadas y entusiasmadas por aplicar lo aprendido. En el NeuroLeadership Institute (NLI) hemos llevado a cabo casi 4,000 sesiones con este enfoque y hemos comprobado que, cuando se diseña correctamente, la experiencia de aprendizaje virtual puede ser un 50% más efectiva para lograr cambios de comportamiento que su equivalente presencial, y a un costo significativamente menor. De hecho, nuestros datos muestran que entre el 85% y el 95% de los participantes continúan practicando los hábitos aprendidos un mes después de la sesión.

Aprendizaje virtual con el modelo AGES

Cuando pensamos en aprendizaje virtual, una opción común es la experiencia asincrónica, es decir, ver un video de capacitación pregrabado en distintos momentos. Sin embargo, la tentación de realizar varias tareas a la vez es abrumadora, lo que dificulta la concentración y el compromiso con el contenido.

Otra modalidad es el aprendizaje sincrónico, donde los participantes comparten la experiencia en tiempo real con un facilitador. Este enfoque aprovecha el aprendizaje social al fomentar la discusión y el intercambio de ideas, y es el formato del High-Impact Virtual Experience (HIVE) de NLI. Desde su introducción en 2020, el HIVE ha contado con más de 1,300 cohortes y 26,000 participantes, consolidándose como nuestra solución de aprendizaje más efectiva.

En el desarrollo del HIVE, NLI identificó los elementos clave para un aprendizaje virtual exitoso, maximizando la activación del hipocampo, esencial para convertir nueva información en memoria a largo plazo. Estos elementos conforman el Modelo AGES™:

  • Atención: enfocarse intensamente en el material.
  • Generación: establecer conexiones personales con el contenido y generar insights.
  • Emoción: experimentar una montaña rusa emocional durante el aprendizaje.
  • Espaciado: distribuir el aprendizaje en intervalos óptimos.

El Modelo AGES explica por qué un aprendizaje virtual bien diseñado puede ser más efectivo que una sesión presencial. Mientras que los programas en aula fomentan la emoción y la generación de ideas, la atención se disipa rápidamente y no hay espaciado. En contraste, muchas experiencias asincrónicas ofrecen espaciado, pero carecen de los demás elementos clave.

Diseño basado con el cerebro en mente

Las organizaciones pueden aprovechar el Modelo AGES para diseñar experiencias de aprendizaje virtual más efectivas:

  • Limitar el tamaño del grupo (Atención, Emoción). ¿Alguna vez has estado en una reunión virtual con 100 personas? Es probable que tu nivel de atención no haya sido alto. En grupos grandes, es fácil “esconderse”, apagar la cámara y dejar que los compañeros más extrovertidos dominen la conversación mientras haces multitarea.


Por eso, lo ideal es que las sesiones sincrónicas tengan un máximo de 20-30 participantes. Con este número, las personas sienten que están siendo observadas y la presión social ayuda a mantener su atención. Además, incluir sesiones en subgrupos aún más pequeños (2-4 personas) es particularmente efectivo, ya que fomenta la participación activa y la construcción de comunidad.

  • Mantener las cámaras encendidas (Atención, Emoción). Se debe animar a todos los participantes a mantener sus cámaras encendidas durante el aprendizaje virtual. Cuando las cámaras están apagadas, la multitarea es común. Pero cuando un grupo pequeño puede ver tu rostro y lo que estás haciendo, te sientes más comprometido a prestar atención y contribuir, ya que deseas causar una buena impresión en tus colegas.

Además, tener las cámaras encendidas permite comprender mejor las emociones de los demás a través de sus expresiones faciales y lenguaje corporal, enriqueciendo la dinámica emocional del Modelo AGES.

  • Llamar a participar (Atención, Emoción, Generación de Insights). Los facilitadores deben informar a los participantes desde el inicio que podrán ser llamados de manera aleatoria para responder preguntas o compartir ideas. El deseo de evitar la incomodidad frente a los compañeros es un poderoso motivador, por lo que saber que podrían pedirte que contribuyas en cualquier momento incentiva la concentración y la preparación.

Cuando los facilitadores plantean preguntas que vinculan el contenido con la vida o el trabajo de los participantes, se crean condiciones óptimas para generar esos momentos de “¡ajá!” o insight, que son fundamentales para el cambio de comportamiento.

Si bien para algunos puede resultar estresante hablar en público, es importante recordar que los entornos de aprendizaje más efectivos no siempre son los más cómodos. Suelen ser intensos, con momentos de leve estrés o ansiedad intercalados con emociones positivas. Sin embargo, los facilitadores pueden gestionar este equilibrio para que la experiencia siga siendo productiva sin volverse abrumadora. Algunas estrategias incluyen anunciar desde el principio que se harán preguntas, dar tiempo para reflexionar antes de pedir respuestas o permitir que los participantes compartan sus ideas en el chat.

  • Seleccionar el mejor día y horario para el aprendizaje (Atención). Elegir un momento en el que la atención esté en su punto máximo es clave. Se recomienda evitar los viernes, cuando las personas ya están mentalmente en el fin de semana, y los lunes, que suelen estar ocupados poniéndose al día con pendientes. Generalmente, la mejor atención se logra en las mañanas, cuando la mente está más fresca y menos saturada por los eventos del día.

  • Enfocarse en un hábito a la vez, a lo largo del tiempo (Atención, Espaciado). Para maximizar la atención y aprovechar el beneficio del espaciado, es preferible realizar seis sesiones de una hora en lugar de una sesión intensiva de seis horas. En el programa HIVE, introducimos tres nuevos hábitos y realizamos una sesión de una hora para cada uno, con al menos una semana de separación entre ellas. La investigación muestra que dormir después de aprender facilita la consolidación de la memoria. Además, tener tiempo entre sesiones permite reflexionar sobre el contenido y generar nuevas conexiones e insights.

El aprendizaje virtual efectivo requiere un diseño intencional. No basta con pedir a las personas que vean un webinar grabado para garantizar que retendrán la información, y mucho menos que la aplicarán en el futuro. Sin embargo, al integrar los principios del Modelo AGES, los participantes tienen más probabilidades de recordar el contenido y sentirse inspirados a poner en práctica sus nuevos hábitos.

Una versión de este artículo fue publicada en TD Magazine. Lee el artículo completo aquí.

Te interesa conocer más sobre cómo aplicar la neurociencia en tu organización, escríbenos para enviarte información.

Categorías
Destacados
Topic
Síguenos
Selecciona la moneda