La ciencia de la creatividad sugiere que hay mejores estrategias para resolver problemas complejos que simplemente pedirle respuestas a la IA.
Principales Insights:
- Las organizaciones están utilizando cada vez más la IA para una variedad de tareas, incluido el proceso de generación de ideas creativas.
- Sin embargo, la investigación sugiere que es fácil hacer un uso inadecuado de la IA en la creatividad, ya que nos priva de nuestros momentos de Insight.
- Las mejores prácticas recomiendan tratar a la IA como una guía para expandir nuestra propia mente hacia nuevas ideas y fomentar la exploración.
El panorama de diversidad e inclusión (D&I) en EE. UU. enfrenta una tormenta perfecta de desafíos. Durante décadas, la inteligencia artificial no fue más que un concepto peculiar de la ciencia ficción o, en el mejor de los casos, una tecnología marginal. Luego, casi de la noche a la mañana, la llegada de la IA generativa permitió que esta tecnología se convirtiera en un recurso clave para las organizaciones. Según Gartner, en 2023 sólo el 4 % de los CEOs consideraban la IA como una de sus dos principales prioridades tecnológicas. Para 2024, esa cifra se elevó al 24 %, y seguramente seguirá aumentando.
Las organizaciones están utilizando la IA para todo tipo de tareas, desde programación y trabajo administrativo hasta generación de ideas para fomentar la innovación. En este último ámbito, muchos líderes se preguntan si la IA puede ayudar a los colaboradores a desbloquear nuevas capacidades creativas gracias a su potencia de procesamiento.
Pero una pregunta persiste para estos mismos líderes: ¿puede la IA realmente ayudarnos a ser más creativos, o nos convertirá en versiones menos creativas y más genéricas de nosotros mismos? Afortunadamente, hay motivos para el optimismo. Al comprender y aplicar la ciencia de la creatividad —específicamente, al acelerar, profundizar y activar la experiencia de Insight— la investigación sugiere que los equipos pueden utilizar la IA para potenciar la innovación.
Cómo funcionan la creatividad y la innovación
Para entender cómo la IA puede apoyar mejor el pensamiento de los colaboradores, primero debemos comprender cómo funciona la creatividad en el cerebro. Dentro de las organizaciones, la creatividad puede definirse como el proceso de generar algo que sea tanto novedoso como útil. Cuando aplicamos esas ideas creativas de manera efectiva para resolver problemas, eso es innovación.
La parte difícil es tener ideas creativas en primer lugar. Necesitamos las condiciones adecuadas, en las que nuestra mente esté abierta y libre para divagar, permitiéndonos hacer conexiones novedosas. También necesitamos el nivel adecuado de conocimiento sobre un tema. La creatividad surge en lo que los científicos cognitivos llaman la “zona de desarrollo próximo” (Zone of Proximal Development o ZPD). Este es el punto óptimo entre lo que podemos lograr por nuestra cuenta sin ayuda y lo que no podemos hacer ni siquiera con ayuda. Fuera de la ZPD, las nuevas ideas no tienen sentido para nosotros; nos sentimos perdidos. Dentro de la ZPD, en cambio, podemos ampliar nuestras capacidades con la guía de alguien más experto en el tema.
Es también en la ZPD donde experimentamos momentos de Insight: esos instantes de “¡Eureka!” en los que de repente vemos un problema familiar desde una perspectiva completamente nueva. Estos Insights son intrínsecamente motivadores; nos energizan para seguir explorando y aprendiendo.
Esto es crucial porque el aprendizaje y la creatividad están estrechamente vinculados. “La creatividad es una forma autodirigida de aprendizaje”, afirmó la científica cognitiva Christine Chesebrough en la NeuroLeadership Summit 2024. En otras palabras, cuando somos creativos, estamos descubriendo conexiones previamente invisibles en tiempo real, lo que constituye una forma de aprendizaje que iniciamos por nuestra cuenta.
Experimentar momentos de Insight en el proceso creativo es esencial porque necesitamos la energía de la motivación intrínseca para superar desafíos complejos. Las nuevas posibilidades no siempre surgen por sí solas; a menudo, el proceso requiere un esfuerzo intencional. Por lo tanto, si queremos utilizar la IA para ser más creativos, simplemente pedirle respuestas a un bot no funcionará. Nos priva de la oportunidad de tener un Insight.
Para que la IA nos ayude en el proceso creativo, nuestra relación con ella debe situarse dentro de la ZPD, con la IA actuando como guía, permitiéndonos avanzar a través de un proceso de generación de Insights en tres etapas. Cuando se usa correctamente, la IA puede ayudarnos a acelerar los Insights (llegar más rápido a momentos de “¡Eureka!”), profundizar los Insights (experimentar momentos de “¡Eureka!” más impactantes que sin IA) y activar los Insights (sentir una mayor motivación para actuar de inmediato sobre el descubrimiento).
Sin embargo, aún queda la cuestión de cómo utilizar la IA para lograr estos resultados. ¿Cómo podemos aprovechar su inteligencia superior sin perder nuestros valiosos momentos de descubrimiento?
Usando la IA para ser más creativos
Muchas veces, la tentación es pedir respuestas a la IA. Queremos construir un puente entre la falta de conocimiento y el conocimiento lo más rápido posible. Pero esto elimina cualquier posibilidad de experimentar un momento de Insight, lo que significa que podríamos obtener una respuesta, pero la solución casi seguramente no será creativa, o al menos no tanto como podría serlo.
Los investigadores descubrieron esto en un estudio reciente en el que las personas pidieron a la IA ideas para escribir un cuento. Si bien el estudio encontró que la IA hizo que las personas con puntuaciones iniciales bajas en creatividad fueran más creativas, todas las historias asistidas por IA eran bastante similares entre sí y ninguna era particularmente innovadora. Esto sugiere que, en términos de creatividad humana, la IA podría provocar una preocupante tendencia hacia la media.
En cambio, la ciencia de la creatividad sugiere lo siguiente:
- Lleva tu ZPD a la conversación con la IA proporcionando contexto sobre cuánto sabes sobre el tema. Luego, pídele que te ayude a ampliar tu base de conocimientos.
- En lugar de pedir respuestas directas, pídele a la IA que te haga preguntas para estimular tu pensamiento, de la misma manera que un mentor más experimentado guiaría a un aprendiz. Por ejemplo, puedes probar con esta instrucción: “Hazme algunas preguntas para ayudar a guiar mi pensamiento sobre este tema”. Con este tipo de enfoque, las ideas nuevas pueden originarse en tu propia mente y fomentar una exploración más profunda.
- Si ya tienes algunas soluciones en mente, pídele a la IA que las evalúe en comparación con otras que podría generar. Por ejemplo, puedes preguntarle: “He identificado X, Y y Z como posibles soluciones. ¿Qué podría estar pasando por alto en mi proceso de pensamiento?”.
La IA puede apoyar nuestro proceso creativo humano ayudándonos a expandir nuestra comprensión y a ver conexiones entre conceptos aparentemente no relacionados. Sin embargo, también puede sofocar nuestra creatividad si tomamos sus respuestas como verdades absolutas sin seguir explorando. Esto es especialmente cierto cuando no hay una única “respuesta correcta”, sino múltiples soluciones posibles.
Si utilizamos la IA de esta manera, nos mantenemos curiosos, con una mentalidad de aprendizaje y motivados para seguir resolviendo problemas. En lugar de cederle el control, podemos preservar nuestra creatividad e ingenio humanos utilizando la IA como un recurso que nos guía en direcciones útiles. Con un uso inteligente de la tecnología, podemos aprovechar más lo que nos hace únicos y especiales: nos volvemos más humanos, no menos.
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